Cuando el agua está contaminada, su consumo resulta peligroso, dependiendo del grado contaminación, este peligro puede ser para sólo para los seres humanos o para los seres vivos en general.
Sin embargo, el agua en sí misma es lo más sano que puedes consumir, es sólo que resulta fácil modificarla con factores externos para volverla peligrosa. Cabe destacar que la mayoría de la contaminación que recibe es por la actividad humana.
Como muestra de ello tenemos que la actividad industrial en general, contamina constantemente grandes cantidades de agua, sea para procesos de enfriamiento o por dejar sus desechos en ella, además también está la contaminación que llega por la mera irresponsabilidad.
Fácilmente se podría hacer una tesis sobre los diferentes tipos de contaminantes del agua, pero por poner un simple ejemplo, están los contaminantes persistentes, que son aquellos de ciertos materiales inorgánicos, como algunos tipos de plástico, que antes de ser eliminados por medios naturales, pasarían incluso hasta quinientos años.
Si nos explayamos un poco más en el tema, poder encontrar en lo que respecta a los desechos industriales, el peor tipo de contaminante que puede haber, como lo es la contaminación radioactiva procedente de materiales como el uranio.
Este problema es grave, va mucho más allá de cómo puede afectar la especie humana, sino que los cuerpos de agua contaminados, como los ríos, después van a los mares, de tal forma que no sólo la vida relacionada con el agua dulce se ve afectada, sino también la marina.
Con este artículo se pretende simplemente informar acerca de esta realidad innegable, lo cierto es que si no cuidamos los cuerpos de agua del mundo, esto será un medio para nuestra autodestrucción y en general, de la vida en nuestro planeta, así de grave es el problema presentado.