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Clasificación de las vitaminas

Esos micronutrientes y sustancias orgánicas que resultan fundamentales para llevar a cabo las funciones vitales del organismo, reciben el nombre de vitaminas.

Pese a ser completamente necesarias para mantener la salud del cuerpo, lo cierto es que no pueden ser sintetizadas por el organismo sin ayuda. Entonces, deben ser ingeridas a través de los  diferentes grupos alimenticios.

Actualmente, se conocen 13 vitaminas específicas, cada una de ellas cumple una función determinada dentro del organismo. La carencia de alguna, puede desencadenar serios problemas de salud.

El principal grupo alimenticio, donde se encuentra el mayor porcentaje de vitaminas es el perteneciente a las frutas y verduras, de ahí que se consideren tan saludables. Las vitaminas se clasifican de acuerdo con su solubilidad, puesto que esta característica determina la rapidez de sus efectos, su duración dentro del organismo y otras cuestiones. Existen dos grandes grupos de vitaminas.

Vitaminas hidrosolubles


Gracias a la facilidad con la que se pueden disolver en sustancias acuosas, las vitaminas hidrosolubles deben ser consumidas regularmente, pues, resulta muy fácil su eliminación a través de la orina.

Por lo tanto, no se acumulan dentro del organismo. Aun así, cumplen funciones esenciales para mantener la salud. De las 13 vitaminas existentes, nueve forman parte de esta clasificación: las vitaminas del complejo B y la vitamina C.

  • Vitamina B1 (tiamina). su función es ayudar a las células para que cumplan con la conversión de carbohidratos en energía.
  • Vitamina B2 (riboflavina): además de funcionar como activadora de otras vitaminas del grupo B, también ayuda al crecimiento del cuerpo.
  • Vitamina B3 (niacina): promueve la salud de los nervios y de la piel. Además, reduce el colesterol.
  • Vitamina B5 (ácido pantoténico): actúa en las reacciones celulares donde se obtiene energía, y en el metabolismo de alimentos.
  • Vitamina B6 (piridoxina): está involucrada en la producción de glóbulos rojos, y en el desarrollo cerebral durante el embarazo.
  • Vitamina B8 (biotina): sumamente requerida en la producción de hormonas y colesterol, manteniendo también la salud de uñas y cabello.
  • Vitamina B9 (ácido fólico): actúa de forma positiva en la división y la multiplicación celular. Y en el tratamiento del insomnio y la anemia.
  • Vitamina B12 (cianocobalamina): se encuentra en alimentos como el pescado y los huevos, su función es participar en la síntesis de ADN y ARN.
  • Vitamina C (ácido ascórbico): además de ser un poderoso antioxidante y antiviral, también contribuye a la producción de colágeno.

Vitaminas liposolubles


Se trata de sustancias con una composición bastante compleja, en consecuencia, no pueden ser diluidos en líquidos como el agua. Más bien, necesitan de cuerpos lípidos para poder disolverse.

Una vez que entran en el organismo, son almacenadas en los tejidos adiposos y en el hígado. Gracias a esto, no son desechadas fácilmente, entonces, se puede pasar largos períodos sin consumir estas vitaminas.

Es importante controlar su ingesta, pues, en exceso son causantes de problemas en la salud, conocidos como hipervitaminosis. En total, son cuatro las pertenecientes a esta clase.

  • Vitamina A (retinol): se comporta como una aliada para la salud de la visión, dientes, huesos, músculos y piel. Encontrada con facilidad en carnes rojas, lácteos y zanahorias.
  • Vitamina D (calciferol): además de los productos del mar, como pescados y ostras, los cereales también contienen esta vitamina, que resulta importante en el crecimiento celular y la conformación del tejido óseo.
  • Vitamina E (tocoferol): está relacionada con la producción de glóbulos rojos, y previene la formación de coágulos. Fácilmente, encontrada en aceites vegetales y frutos secos.
  • Vitamina K: previene enfermedades cardiovasculares, al mismo tiempo que ayuda a la coagulación de la sangre. Muy presente en el hígado de cerdo, y en vegetales como el repollo.