En el planeta tierra, el ciclo del agua cumple una función muy importante. Este es el que se encarga de transformar los estados del componente, dependiendo del estado y las condiciones de los elementos que le rodean.
En pocas palabras, el ciclo del agua es capaz de transformar el recurso más importante de la tierra en estado sólido, líquido y gaseoso a través de varias reacciones químicas complejas.
Si este ciclo no se llevara a cabo en nuestro planeta, los seres humanos, como también otros seres vivos no podrían acceder a la misma, ya que sería un recurso agotable. Se le llama ciclo porque el mismo no tiene ni principio ni fin, desde tiempos pasados este ha funcionado de la misma manera, dando paso a la vida de millones de especies en la tierra.
Qué importancia tiene cada estado del ciclo del agua.
Como ya hemos mencionado, el agua tiene 3 estados distintos: sólido, líquido y gaseoso.
Los mismos se encuentran representados en la naturaleza como el hielo o la nieve, el agua y, por último, el vapor de gas que a su vez hace parte del oxígeno.
Podríamos decir que todo parte cuando las nubes o vapor de agua (estado gaseoso) se encuentran en la atmósfera en forma de nubes o pequeño vapor de agua en gran cantidad.
La mayoría de estas nubes se forman a partir de la evaporación de océanos, lagos, ríos y otros espacios en donde se encuentre el agua.
Al encontrarse en la atmósfera, con una temperatura muy baja, la materia comienza a tener inestabilidad, por lo que se provocan las llamadas precipitaciones.
Es allí en donde nace el agua en estado líquido y se genera a través de almacenes de agua subterránea, este proceso fue principal para que los seres humanos podamos subsistir. Desde ríos y mares se capturan elementos naturales que dan paso a la vida.