El ciclo del agua consiste en el proceso que tiene esta sustancia para moverse dentro y fuera de la tierra.
El agua al igual que el planeta es un elemento dinámico, en este caso, se permite cambiar de estado. El agua se puede encontrar en un estado gaseoso en forma de vapor, líquido y solido en forma de hielo.
El ciclo del agua es uno de los procesos que lleva ocurriendo más tiempo en nuestro planeta. Toda forma de vida le debe la existencia al agua. El ciclo del agua está dividido en dos:
Interior.
Donde la gran cantidad de vapor de agua dentro de la tierra se libera a través de los volcanes. Las erupciones hacen que este vapor suba a la atmósfera y se condense, formando así un ciclo externo. Este fue el proceso fundamental en la formación de la tierra, hace millones de años.
Externo.
El agua que está en ríos, lagos, mares y océanos se evapora, cambiando de un estado líquido a gaseoso. Este proceso viene dado gracias al calor que el sol suministra a la tierra. Cuando el vapor de aire se eleva, las corrientes de aire en la atmósfera lo compactan creando cuerpos.
Estos cuerpos se llaman nubes, las corrientes de aire mueven las nubes hasta que estas crecen y pesan. Al pesar, el agua se devuelve a la tierra precipitándose, puede ser en forma de nieve o gotas. La forma variará dependiendo de la temperatura que haya en la zona donde vaya a caer el agua.
Las precipitaciones que caen en forma de nieve, regularmente se descongelan con la llegada de la primavera. Cuando esta pasa a un estado líquido, se filtra por el suelo creando corrientes subterráneas que desembocan en un río.
La mayoría del agua regresa a la atmósfera de una forma u otra, principalmente por la evaporación o sus movimientos. Sea por la evaporación de lagos o por ríos que llegan al océano, la mayoría de las veces por esta última. El agua que consumen los seres vivos representa una mínima parte de todo lo que viene siendo el ciclo del agua.