La estructura de Lewis, también llamada diagrama de punto y raya diagonal, modelo de Lewis, representación de Lewis o fórmula de Lewis, es una representación gráfica formulada por el fisicoquímico estadounidense Gilbert N. Lewis, en el año 1902, en la cual muestra los pares de electrones de enlaces entre los átomos de una molécula y los pares de electrones solitarios que puedan existir.
Es uno de los primeros modelos atómicos descritos, y fue desarrollado para explicar el fenómeno de los electrones de valencia. En este modelo atómico, los electrones de valencia se encuentran ubicados en los ocho vértices de un hipotético cubo. Lewis publicó esta teoría en 1916 en el artículo «The Atom and the Molecule» (El átomo y la molécula), sirvió para darse cuenta del fenómeno de la valencia. Se basa en la regla de Abegg.
Esta teoría fue posteriormente desarrollada por el físico químico estadounidense Irving Langmuir, en el año 1919, como el átomo del octeto cúbico. La figura a continuación muestra las estructuras de los elementos de la segunda fila de la tabla periódica. En la actualidad este modelo sólo tiene importancia desde el punto de vista histórico, ya que pronto fue sustituido por el modelo atómico de la mecánica cuántica, basado en la teoría de los orbitales atómicos.
Fundamento de la teoría atómica de Lewis
El fundamento de este principio debe buscarse en la denominada regla del octeto, consecuencia del desarrollo del modelo de Bohr y del descubrimiento de los gases nobles, sustancias de notable inercia química y ocho electrones en su capa de valencia.
Para alcanzar el octeto electrónico los átomos pueden compartir más de un par de electrones (enlace simple), dando lugar a enlaces múltiples. Se denomina orden o multiplicidad de enlace al número de pares de electrones compartidos.
Según Lewis, los átomos pueden obtener configuración electrónica estable por compartición de electrones. un átomo obtiene configuración estable de gas noble cuando posee en su última capa 8 electrones.
Los electrones no se transfieren de un átomo a otro, sino que se comparten al formar una molécula. Cada par de electrones compartidos constituye un enlace covalente.
Gracias a esta teoría fue posible conocer el concepto de “valencia de un electrón” que en el último nivel de energía pueden reaccionar a otro elemento.
Enlaces en el modelo del átomo cúbico
Los enlaces covalentes se forman cuando dos átomos comparten una arista. Dicha estructura resulta en la compartición de dos electrones. Los enlaces iónicos se forman por la transferencia de un electrón de un cubo al otro, sin compartir una arista A. Lewis también postuló un estado intermedio B, donde sólo se comparte una esquina.
Los enlaces dobles son aquellos que se forman por la compartición de una cara entre dos átomos cúbicos. Esto resulta en la compartición de cuatro electrones.
Los enlaces triples no podrían ser interpretados por el modelo del átomo cúbico, porque no hay forma de tener dos cubos compartiendo seis esquinas. Lewis sugirió que los pares de electrones en los enlaces atómicos tienen una atracción especial, que resulta en una estructura tetraédrica. Esto permite la formación de un enlace simple por la compartición de una esquina, un enlace doble por la compartición de una arista, y un enlace triple por compartición de una cara.
En su teoría, Lewis también explica la libre rotación alrededor de un enlace simple y la geometría tetraédrica del metano. Los expertos en la materia han manifestado que es notable que hubiese algo de verdad en esta idea, que posteriormente se vio que el principio de exclusión de Pauli, resultando en un «hueco de Fermi» de repulsión disminuida entre un par de electrones con espín opuesto en el mismo orbital.