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Propiedades magnéticas de los materiales

El magnetismo es otra de las muchas propiedades que pueden estudiarse de los materiales. El  magnetismo se puede medir, se puede ver e incluso sentir, por lo tanto, se puede reconocer como una propiedad física.

El magnetismo no es más que un fenómeno de la naturaleza capaz de generar una reacción en los materiales según su naturaleza química, es decir, los materiales sometidos ante una fuerza magnética (campos magnéticos) pueden generar fuerzas de atracción o fuerzas de repulsión sobre otros materiales dependiendo de sus naturalezas químicas.

Los materiales


¿Cómo se clasifican los materiales según su naturaleza química?

Los materiales pueden clasificarse según su comportamiento al ser sometidos ante un campo magnético de la siguiente manera:

Materiales paramagnéticos

Se atraen de manera muy débil hacia las zonas de campo más intensas. Esto ocurre en materiales como el Al y el O2, ya que sus átomos tienen momentos de magnéticos permanentes muy débiles, es decir, su susceptibilidad es positiva pero muy pequeña.

Materiales diamagnéticos

Se repelen débilmente hacia las zonas en el campo con menor intensidad, éstos materiales tienen una susceptibilidad negativa. Éste fenómeno se da con más frecuencia en materiales como el agua, el cobre y el hidrogeno.

Materiales ferromagnéticos

Estos materiales son fuertemente atraídos hacia la zona de más intensidad del campo. Elementos como el hierro, el cobalto y el níquel son altamente ferromagnéticos, esto se debe a que en sus átomos, los momentos magnéticos ejercen fuerzas internas sobre sus átomos “vecinos”.

Campos electromagnéticos

Para comprender mejor el magnetismo y como funciona éste sobre los materiales, hay que comprender los términos y fenómenos que engloban todo éste tema. No existe el magnetismo si no es generado por algo superior a él como lo es un campo magnético.

Se conoce como campo magnético como un campo invisible capaz de generar una fuerza magnética sobre materiales que son sensibles al magnetismo, éste campo tiene zonas con mayor o menor intensidad y es capaz de ejercer fuerza y torsión a través de toda la longitud del campo que se ha creado y en ambas direcciones.

Imanes ¿cómo son y cómo funcionan?

  • Los imanes son de naturaleza mineral y están constituidos generalmente por dos óxidos de hierro, son de color oscuro casi negro, muy pesados y tienen la capacidad de atraer el hierro, el acero y algún otro cuerpo alcaloide derivado de éstos dos últimos.
  • Los imanes tienen en su constitución un material denominado “Magnetita”, el cual está compuesto por oxido ferroso diférrico.
  • En el interior de ésta molécula, giran sus electrones alrededor del átomo y por consecuencia del giro de los electrones sobre sí mismos, se genera un campo magnético.
  • Éste mineral es el que le da la propiedad magnética a varios metales, es decir, les permite atraer a otros imanes.

¿Todos los elementos compuestos por oxido ferroso diférrico son imanes?

No, sólo los materiales que tengan contenidos en su composición química al mineral “magnetita” se les conocen la característica de ser imanes. Esto se debe a que la magnetita gracias a un proceso de fundición natural del material, las moléculas de óxido ferroso diférrico quedan alineadas durante un proceso de enfriamiento que ocurre luego de la fundición.

Al tener moléculas alineadas, éstas son capaces de generar un campo magnético con un valor igual a la suma de todos los campos magnéticos de todas las moléculas, esto da la capacidad suficiente al material de generar fuerzas de atracción o repulsión sobre otros imanes.

Por lo tanto, otros elementos que tengan en su constitución química al oxido ferroso diférrico pero sin la presencia de la magnetita, no podrán generar fuerzas electromagnéticas sobre otros imanes, ya que sus moléculas no están alineadas y los campos magnéticos ejercidos por cada una de ellas resultan anulados o generan en algunos casos, unos campos magnéticos muy pequeños.