Se trata de una solución gruesa que podemos encontrarla en cada célula, puesto que está en su interior, encerrada por la membrana celular. Su composición se basa principalmente en agua, en sales y por supuesto en proteínas.
A pesar de que el citoplasma no posea alguna forma o estructura definida, podemos decir que es altamente organizado.
Para mejor estructura, el citoplasma se ayuda del citoesqueleto quien es una estructura activa, con un grupo de filamentos y tubos proteicos quienes lo ofrecen un mejor orden y estructura.
El citoplasma contiene todo lo que podemos encontrar fuera del núcleo de una célula, y su vez, todo lo que se encuentra rodeado por la membrana celular de una célula.
Su color es claro, y su consistencia es un poco similar a la de un gel.
¿Cuáles son las funciones del citoplasma?
Se considera como un líquido con proteínas diluidas, por lo que se une a un grupo de sustancias los cuales son modificables o descompuestas, además de que pueden generar energía que se libera al medio.
El citoplasma puede ser utilizado como una especie de soporte, ya que al estar almacenado en la membrana celular, dará forma a la célula además de funcionar para sus desplazamientos.
Puede funcionar perfectamente como una barrera selectiva de sustancias, también puede comunicarse con otras células, generando “alianzas” con las mismas. Generalmente puede utilizar sus receptores y también sus proteínas.
El citoplasma encierra algunos receptores de moléculas, similares a los de las membranas de los linfocitos, de esta manera, si aparece algún antígeno, el citoplasma puede detectarlo con mejor precisión y a la vez, destruirlo.
El líquido del citoplasma tiene la habilidad de que puede fácilmente cambiar su consistencia, esto puede estar presente en cualquier tipo de célula según lo requiera, por medio de la actividad metabólica, quien altera la temperatura dentro de la célula, para que la consistencia del líquido sea diferente.