Teoría de la creación. Siempre ha habido demasiada controversia sobre cómo se creó el mundo, el universo y la misma vida. Hasta ahora sólo han aparecido teorías, científicas y religiosas y que sin duda alguna nos da bastante dolor cabeza imaginarnos que pudo haber antes de que existiera el universo.
En este caso, veremos desde una perspectiva religiosa como se creó el universo y la vida misma, para ello analizaremos la creencia que tiene el cristianismo y como este ha venido evolucionando su teoría pero que aún mantiene el mismo principio: Dios creó la vida y el universo.
Sin duda alguna, la misma figura divina ya es algo que nos llena de mucho debate, pues, son creencias que aparecieron con la cultura misma, y que el hecho de que la ciencia quiera desmontarlo, parece bastante controversial.
Dios creó a la tierra.
Como se ve en los primeros capítulos del libro del Génesis, el primer libro de la biblia, precisamente trata de lo que se creía hace miles de años, incluso primero que la llegada de Cristo.
Es decir, que el hecho de haberse desarrollado el mundo y que nosotros aparezcamos en él no era una mera de casualidad sino que más bien le atribuyen ese hecho a la creación divina.
Si bien, muchas iglesias como la católica no acepta la interpretación literal de la palabra del libro del génesis, o al menos en este momento, este creacionismo basa sus principios de que dios Yavé es el creador de todo lo que conocemos, que nuestra alma fue elaborada por su voluntad y que nuestro cuerpo se hizo según su semejanza.
Así mismo, si las personas religiosas deciden hacerle caso a la teoría de la evolución, igual se deben tener en cuenta esos postulados que acabamos de mencionar.
Con eso se puede evidenciar la influencia que ha tenido la ciencia incluso en la misma iglesia, pues, aunque se opongan en gran mayoría a los estudios científicos, podemos observar que igual las cosas que son comprobables como la evolución, no es algo a lo que puedan oponerse.
Creacionismo.
A partir de la época medieval, el creacionismo en la teología sirve para hacer referencia al origen del espíritu de manera personal, y que cada uno de estos es creación particular de la acción divina.
Sin embargo, este se ha ido adaptando a lo que la ciencia ha propuesto:
Creacionismo Clásico.
Este básicamente se opone a toda teoría científica que intente explicar de manera distinta lo que al origen de la vida refiere. Este creacionismo hace una interpretación exacta de la palabra expresada en los libros bíblicos, es decir, que Dios creó a Adán y a Eva junto con el resto de los animales luego de haber creado al planeta.
Creacionismo moderno.
Este se puede dividir en dos partes, es decir, el creacionismo anti-evolución de nuestros días, que es básicamente uno muy parecido al creacionismo clásico y el creacionismo pro-evolución.
Creacionismo anti-evolución moderno:
A diferencia del clásico, este parte de la información científica para realizar sus postulados. Algunos de sus acreedores lo llaman el creacionismo científico.
Sin embargo, en esta clase de creacionismo no trabaja ligado al método científico, por lo que las hipótesis que estos postulan no son del todo comprobables, es decir, no podría creerse parte de la ciencia sino más bien de la pseudociencia.
Creacionismo proevolución:
En esta clase de creacionismo se cree, evidentemente de la existencia de un creador inicial de todo, además que las cosas no suceden de manera fortuita sino que la vida existe por una razón, pero acepta que la humanidad y el resto de seres vivos se han transformado por un proceso de evolución.