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Métodos de conservación

La esterilización se trata de la eliminación completa de vida microbiana, comúnmente aplicada a alimentos para prolongar su vida y calidad. Esto incluye la erradicación de hongos, virus y bacterias, así como las esporas.

Los métodos de esterilización, por lo tanto, son las técnicas que se utilizan en la industria farmacéutica y alimenticia para garantizar la calidad de sus productos, sean aplicados sobre estos mismos o sobre los materiales utilizados para su elaboración.

La clasificación más común para los métodos de esterilización es:

Físicos

Se conocen como físicos a los que utilizan factores ambientales, principalmente el calor y la radiación.

Entre los que utilizan el calor podemos nombrar una primera división, que es la húmeda. En esta se utiliza el vapor de agua para esterilizar mediante el uso de un autoclave, que es un instrumento que emplea un tambor y una caldera que contiene agua. En este, los materiales se envuelven en papel y se procede a calentarlos.

Otro método es el de calor seco, donde se propaga el calor por el aire. En este método se utilizan estufas, flameado directo y ebullición. Suelen ser más simples que los húmedos.

Por otro lado, los métodos por radiación buscan transmitir ondas que destruyen los microbios. Entre estos resaltan la radiación ionizante (que envenenan los microorganismos), ultravioleta (que ataca la superficie y las moléculas de ADN) y gama (que se usa para esterilizar productos cerrados).

Mecánicos

Entran en contacto físico con los productos. Entre estos, el más famoso es la filtración sin lugar a dudas. Para ello, el mercado se encuentra dotado de distintos filtros, donde cambia el tamaño de los poros con el fin de retener más o menos microorganismos.

Estos métodos suelen ser utilizados en conjunto con otros como los físicos, como sería la filtración de agua para luego ponerla a hervir. También tienden a ver uso en productos o envases que no soportan el calor.

Químicos

Como el nombre sugiere, hacen uso de agentes químicos, denominados biosidas, que envenenan o disuelven los microorganismos.

Los más utilizados son los el glutaraldehído y otros aldehídos. En el caso de este, no es necesaria la aplicación de calor ya que se puede simplemente sumergir el material en una solución para que esta pueda actuar sobre él.

Este tipo de métodos no suelen ser utilizados en los alimentos, ya que la mayoría resultaría en el envenenamiento de quienes los consuman. Los métodos químicos son comúnmente vistos tomando la forma de desinfectantes sanitarios.