En todas y cada una de nuestras actividades cotidianas tenemos lo que es considerado como un Factor de Riesgo, teniendo un mayor o menor proporción dependiendo de qué es lo que estamos llevando a cabo y pudiendo derivar desde una impericia en esta acción (evitando que el Objetivo que nos habíamos propuesto efectivamente se cumpla) como también puede derivar en un Trastorno de la Salud.
La manifestación de estos daños al bienestar de nuestro organismo puede devenir por distintos factores externos, generando un Problema de Salud que puede ser crónico, permanente y tener distinta gravedad dependiendo de cual ha sido el Agente Patógeno o bien el daño que ha sido causado, afectando a distintos órganos como también pudiendo poner en serio peligro nuestra sobrevida.
Una de estas actividades está ligada a la Conducción de Automóviles, que como sucede con varios Medios de Transporte donde nos movilizamos, al alcanzar una mayor velocidad es cuando tenemos un mayor riesgo, por lo que lo primordial está en la pericia o habilidad en la conducción, respetando las Leyes de Tráfico y manejarnos prudentemente por las diferentes vías de tránsito.
Pero desgraciadamente esto no depende solo de nosotros, sino que puede ocurrir que otros conductores incurran no solo en Infracciones de Tránsito sino que por distintos factores realicen una mala maniobra que no solo nos genere una situación de riesgo sino que devenga en lo que es conocido como Accidente de Tránsito (pese a que nuevas legislaciones buscan que el término correcto no sea «Accidente» ya que tal define a una circunstancia que no pudo ser prevista o evitada)
Entre las distintas Medidas de Seguridad que deben aplicarse en el uso del automóvil, la únivocamente obligatoria en la mayoría de los países del mundo es la utilización del Cinturón de Seguridad, que se aplica sobre los asientos de los ocupantes, evitando que las personas allí sentadas se deslicen de su posición y se mantengan allí.
Su aplicación inicialmente fue utilizada solo en Aeronaves, pero tras años de debate y comprobándose de que se reducirían notoriamente los Riesgos de Muerte en caso de que ocurran colisiones entre vehículos, fueron adaptados a los Automóviles, teniendo una efectividad muy alta y realmente teniendo la posibilidad de Salvar Una Vida en caso de que se utilicen correctamente y tengan normal funcionamiento.
De este modo, la acción del cinturón es la de retener al ocupante en el asiento evitando que se golpee con distintos elementos que existen en el coche, pudiendo causar inclusive Lesiones Permanentes, o graves que dervien en la muerte, y hasta ser despedidos del automóvil por las ventanillas.